martes, 14 de septiembre de 2010

HISTORIAS DE LA VERDADERA HISTORIA (*)

José Mª garcía de Tuñón
Un buen amigo mío me ha dejado hojear un libro de texto que este curso, y anteriores también, van a estudiar los alumnos de bachillerato que han comenzado sus clases en un colegio dirigido por jesuitas. Referirme a todas las historias de la Historia que sus autores Carmen Cortés Salinas y Juan Fernández-Mayorales nos cuenta ocuparía, lógicamente, demasiado espacio del que no dispongo, por eso voy a referirme a un par de muestras de nuestra Historia siguiendo los pasos que nos ha marcado el inoperante Zapatero con su memoria histórica, que, en parte, es la que les falta a los autores del libro que no dicen toda la verdad, solamente la que a ellos les interesa.
Cuando a los futuros estudiantes les explican cómo llegó a la II República a España, se limitan a escribir: «El 14 de abril de 1931 se proclamó la Segunda República en medio del entusiasmo popular y se formó un gobierno provisional que convocó elecciones a Cortes constituyentes». Pero lo que no dicen, tergiversando así la verdadera Historia, es que dos días antes se habían celebrado unas elecciones municipales –en ningún momento hablaban de cambio de régimen– y ganaron claramente las candidaturas monárquicas por un amplio margen, sin embargo los republicanos y socialistas victoriosos en las principales ciudades, consideraron que el único voto válido era el suyo dando motivo a que el rey Alfonso XIII abandonara España para siempre.
Los autores del libro dan un salto en la Historia y dicen a continuación que «las elecciones de junio dieron el triunfo a los partidos de centro izquierda», pero bien que vuelven a callarse, es decir, a no escribir ni una sola línea, de lo que ocurrió con la quema de conventos, en mayo de ese mismo año, donde, además, el primer incendio se produjo en la Residencia de los hijos de San Ignacio de la calle de la Flor de Madrid, como ha dejado escrito Miguel Maura, entonces ministro de la Gobernación. La famosa justicia inmanente ensalzada por Azaña ya estaba ahí. Así, pues, en ese colegio dirigido por jesuitas, como ya he dicho, no parece importarles mucho que en el libro de Historia que estudian sus alumnos se oculten hechos históricos como el que acabo de citar.
A la revolución de octubre de 1934 le dedican no más de media docena de líneas para terminar diciendo que «el levantamiento de Asturias fue sofocado por el Ejército de forma sangrienta». Aunque nada dicen en qué consistió esa forma sangrienta para poder juzgar con objetividad, se callan lo ocurrido a los 34 sacerdotes, frailes y seminaristas que asesinaron en Asturias, además de la voladura de la Cámara Santa y la quema de la Universidad, etc. etc.
En fin, ahora sólo queda espacio para decir que esto es lo que hoy no enseñan a los alumnos de bachillerato y otros consienten que así sea. Tan responsables son los que no cuentan toda la verdadera Historia, como los que consienten que no se cuente.

(*) Artículo publicado en la revista digital El Risco de la Nava nº 528